Málaga 4-2 Boca Juniors: "Málaga, la Bombonera"

Málaga, Boca Juniors, Espanyol y Estrella Roja participaron en el Costa del Sol de 1973, la 13ª edición del torneo desde la primera de 1961. El Estrella Roja de Miljan Miljanić, verdugo del Espanyol, venció al Málaga en la final y se llevó el Costa del Sol a la antigua Yugoslavia. El anfitrión Málaga se quedó sin el trofeo que organiza, pero ganó lo más importante que podía ganar: la irrupción del "Málaga, la Bombonera", símbolo del malaguismo desde su creación hasta hoy. Aunque el himno se convirtió en oficial a partir del partido ante Boca, cabe recordar que sonó por primera vez dos meses antes en las semifinales de la Copa del Generalísimo ante el Athletic (0-1). Esta época, por cierto, comprende el lustro histórico del Málaga del quinquenio de oro, con cinco temporadas seguidas en Primera entre 1970 y 1975. Durante este periodo se alcanzaron dos séptimos puestos en La Liga (1971/72 y 1973/74) y las semifinales de la Copa (1972/73), las únicas del club en la historia de la competición del KO.

El Málaga setentero expresaba su fútbol en acento porteño. Las pinceladas de calidad de los argentinos Viberti y Vilanova (Guerini se unió a sus compatriotas esta misma temporada) hicieron pasar por la lona a un Boca que también ralló a un alto nivel. En la figura del entrenador Rogelio Domínguez, ex portero del Real Madrid, la escuadra Xeneize se rindió al gran partido de los de Martíricos: "Si el Málaga, que jugó muy bien, es el finalista será por haber contribuido mayores méritos que nosotros. Tienen un juego un tanto sudamericanizado a razón de los jugadores de allá que actúan en el equipo". Viberti llevaba la batuta de un Málaga a ritmo de tango, aunque el ídolo de La Rosaleda ya estaba sentenciado por su propio entrenador. Marcel Domingo consideraba a este virtuoso del balón fuera de su ideario de fútbol correoso. El técnico francés solicitó la salida del argentino, pero este continuó y la situación se volvió insostenible. Acabó de la peor forma para todos. 

El Boca de Domínguez venía de ganar 2-3 a San Lorenzo en el Metropolitano, competición en la que acabó segundo tras el campeón, el Huracán de Menotti. De 1971 a 1975 fueron años de transición para los de La Bombonera. Domínguez dispuso de Curioni, Potente, Tarantini, Mouzo, Enzo Ferrero, Benítez, Pernía, Ponce... Armó un equipazo de jugones, sin embargo, fue incapaz de ganar algo. Pese a ello, el equipo jugaba muy bien, tal y como quedó demostrado en La Rosaleda, trazando un fútbol que sorprendió a Marcel Domingo: "Boca me gustó mucho. No fue el equipo lento que pensábamos. Al contrario, posee dos buenos extremos y un centro del campo muy técnico". De esta forma, cuando hay predisposición al espectáculo por parte de ambos entrenadores, se llena la saca. "Seis goles suponen la consecución de un juego alegre y divertido" señaló Marcel Domingo. "El partido ha sido bueno. Todos los encuentros en los que consiguen media docena de goles lo resultan" coincidió Domínguez. 

En la primera mitad, no obstante, solo se marcó un gol, por los cinco de la segunda. Búa, un extremo izquierdo que acabó reconvertido a lateral zurdo, inauguró el marcador. El Málaga se marchó con ventaja mínima al descanso y finiquitó el pase a la final merced a un tremendo arreón en la segunda parte. Del 1-0 se pasó al 4-0. Búa firmó el doblete al poco de empezar el segundo tiempo y dos tantos casi seguidos de Álvarez y Fito Vilanova establecieron un impactante 4-0. El Málaga se vio beneficiado por el aumento de velocidad del encuentro en la segunda parte, lo que le facilitó la profundidad necesaria para destrozar a Boca Juniors al espacio. Viberti y Vilanova lanzaron las contras y el extremo derecho Álvarez, que salió por Migueli tras el descanso, resultó un revulsivo. Álvarez, autor del tercer gol y otro de los descartes de Marcel Domingo, rompió a Tarantini, campeón del Mundial de 1978 con la Albiceleste.

Con 4-0, Boca estaba en la lona. KO, sin la más remota posibilidad. Estaba sufriendo un severo castigo y, al contrario de lo que pudiese parecer, llegó tanto o más que el Málaga. Para Domínguez, la puntería resultó diferencial en el desenlace: "La diferencia la considero desmedida porque nosotros hemos doblado, cuanto menos, el número de oportunidades que disfrutó el Málaga. De todos modos, ellos las aprovecharon y nosotros no". Potente, el diez surgido de la cantera, generó ocasiones para Curioni, Rodríguez, Enzo Ferrero y Letanú. Pero los atacantes se toparon con un muro llamado Deusto, único portero del Málaga que ha logrado el Zamora. Boca tan solo pudo batirle cuando el partido estaba decidido, coincidiendo además con el bajón físico del Málaga: "Al final cedimos terreno porque acusamos el cansancio de los pocos días de entrenamiento que llevamos y que contrasta con la puesta a punto de Boca, a consecuencia de estar actuando en el campeonato de su país" señaló Marcel Domingo. Romero y Curioni maquillaron el resultado al final. El 4-2 disimuló la paliza de un Málaga superior, aunque también hizo cierta justicia para Boca. El Málaga del quinquenio de oro estrenó el "Málaga, la Bombonera" con un recital ante Boca. Noche histórica en la capital de la Costa del Sol.