Los Romanos inauguraron en Anoeta su casillero de triunfos en la máxima categoría (jornada 8, Liga 1995/96)
El CP Mérida (primer equipo extremeño que alcanzó la máxima categoría del fútbol español) debutó entre los grandes en la Liga 1995/96 y en la jornada 8 abrió su cuenta de victorias: 1-2 a la Real Sociedad en Anoeta. El conjunto txuri-urdin llevó la iniciativa, pero no le alcanzó con el peligro del dúo Valery Karpin-Gica Craioveanu para superar al recién ascendido y el público vasco despidió con una fuerte bronca a los suyos. Craioveanu, que debutó en Anoeta, estrelló un balón al poste con 0-0. Los de Sergio Krešić, defensivos y efectivos, dieron primero y luego volvieron a golpear para darse un gustazo de Primera. Serhiy Pogodín adelantó al Mérida en el minuto 36, Karpin empató de penalti en el minuto 64 y Juanma Prieto, el gran artillero Romano, selló la conquista del feudo donostiarra en el minuto 71. Este choque, por otro lado, dejó otros debuts en la Real y, por consiguiente, en Primera: Roberto Olabe y Unai Emery. No obstante, cualquier hecho quedó eclipsado por estos tres primeros puntos del Mérida en la división de oro. Triunfo emeritense con honores.
1- Real Sociedad: Olabe; Fuentes, Albistegui, Loren, Aranzabal; Yaw (De Paula'53), Imaz (Emery'75); Karpin, Gracia, Idiakez; Craioveanu.
2- Mérida: Leal; Urbano, Loren, Momparlet, Monreal, José María; Correa, Pogodín (Dulanto'74), Reyes; Sinval (Quique Martín'84); y Prieto (Pirri'86).
Goles: 0-1 Pogodín min.36, 1-1 Karpin (p) min.64 y 1-2 Prieto min.71.
Árbitro: Díaz Vega (Comité asturiano). Amonestó a Loren (51') en la Real Sociedad y a Urbano (2´), Prieto (21'), Monreal (33'), Loren (64') y Correa (84') en el Mérida.
Datos: Jornada 8, Liga 1995/96. Anoeta, 15 de octubre de 1995. 20.260 espectadores.
Tierra de conquistadores

Los noventa comprendieron la edad de oro balompédica de Extremadura. Solo durante los 90 la tierra de conquistadores vivió la Primera División gracias a las heroicidades sin precedentes de dos conjuntos. El Mérida y el Extremadura disputaron la liga de las estrellas, dos temporadas cada uno sin llegar a coincidir, y también el Badajoz estuvo cerca de dar el salto. El Mérida se adelantó un año a los de Almendralejo, por lo que ostenta el honor de ser el primero que pisó la máxima categoría. La historia emeritense abarca un compendio de desapariciones y refundaciones. Este CP Mérida, lamentablemente, desapareció en septiembre de 2010 no sin regalar antes a la ciudad sus mejores años futbolísticos. El CP Mérida, cuyo recorrido histórico transcurrió ampliamente en Tercera, sorprendió pasando de Tercera a Primera bajo el mandato de Pepe Fouto, el presidente más longevo de la entidad con 23 años en el cargo. En el asalto a Primera se logró una curiosa calcamonía de resultados durante cuatro cursos consecutivos de idas y venidas: ascenso quedando campeón de Segunda (94/95), descenso siendo penúltimo de Primera (95/96), campeón de Segunda y regreso a la élite (96/97) y penúltimo cayendo de nuevo al pozo (97/98). El Mérida no pudo mantenerse ninguna de las dos veces, pero eso no borra los recuerdos inolvidables de ambas aventuras, empezando por esta primera bajo la dirección de Sergio Krešić. El croata, el técnico del primer ascenso y del debut en Primera, fue el mejor entrenador que tuvo Fouto. En el estreno en Primera, pese a que el equipo siempre rondó la zona peligrosa, el presidente mantuvo al técnico toda la temporada e incluso le renovó el contrato. Cuestión de confianza. Fouto, sin embargo, careció de dicho temple en la siguiente campaña en Segunda, ya que echó al técnico estando segundo, ascenso directo, algo de lo que se arrepentió pese a que el sustituto Jorge D´Alessandro culminó el objetivo. Volviendo a esa 95/96, Krešić siguió tirando del grueso de campeones de Segunda, ya que de los numerosos fichajes pocos triunfaron, siendo esta una de las razones del descenso. Manolo y César Mendiondo cayeron lesionados de gravedad y solo aportaron el gran José Sinval, Quique Martín, David Pirri y Sergio Corino, asiduos en los onces junto a los que venían de Segunda: Gabi Correa, Juanma Prieto, Antonio Reyes, Antonio Monreal, Manuel Momparlet, Luis Sierra, Paco Leal, José María, Toribio, Loren Morón... El partido de Anoeta se lo perdió Ángel Luis por sanción y Krešić, que utilizó un 5-4-1, dejó a Quique Martín en el banquillo. Blindaje para la primera victoria.
Iriarte hizo debutar a Emery en este partido

Este Real Sociedad-Mérida llegó con ambos contendientes metidos en la zona baja de la tabla. El Mérida encadenaba cuatro empates (uno en el Camp Nou) y tres derrotas. La Real, dos triunfos, ambos en Anoeta frente al Sporting y Deportivo, un empate y cuatro derrotas. Al Mérida el premio le tardó ocho partidos en llegar y si no lo hizo antes fue por puro azar a la vista de dos partidos concretos. Ambos acabaron en empate, escapándose la victoria en el descuento. Jornada 2, Barça 2-2 Mérida: hasta dos veces se puso el conjunto Romano por delante, que llegó al añadido ganando 1-2, pero un gol de Meho Kodro de penalti riguroso maquilló el tropiezo barcelonista. Jornada 7, justo antes de San Sebastián, Mérida 1-1 Albacete: Xavi Escaich, in extremis, rascó un punto del Municipal tras el gol inicial de Prieto. Y, por fin, llegó la victoria. Jornada 8, Real Sociedad 1-2 Mérida. (Krešić): "No creo que esta victoria la hayamos conseguido por haber tenido más suerte que otros días. No creo en la suerte, sino en el trabajo y sacrificio de la gente. Sabíamos que la victoria algún día tenía que llegar. Jugamos de manera seria y disciplinada". El Mérida asaltó La Bella Easo, donde los malos arranques eran habituales. Sin ir más lejos, el del curso anterior le costó el puesto a John Benjamin Toshack, al que reemplazó su segundo Salva Iriarte formando dupla con López Ufarte. (Salva Iriarte, Don Balón, febrero de 1995): “Me gusta el fútbol alegre, con riesgos calculados. La tendencia debe estar cerca de la defensa rival. Me gusta montar la presión arriba para llegar con más hombres. Con esta forma de jugar hemos tenido menos problemas atrás”. Jugando así el equipo funcionó e Iriarte se ganó la continuidad. Para su segundo ejercicio contó con dos notables bajas en la delantera que dejaron 1.200 millones de pesetas (700 Kodro, traspasado al FC Barcelona, y 500 Joseba Exteberria, clausulazo del Athletic) y se fichó a Gica Craioveanu, Óscar De Paula, Javi Gracia, Marcus Pürk, Roberto Olabe y Yaw Acheampong. Ante el Mérida debutaron el canterano Emery y el portero Olabe (Alberto López, suplente) y Craioveanu, pero este último solo como local. El rumano se estrenó como txuri-urdin en la anterior jornada en el José Zorrilla, derrota 3-0 frente al Valladolid. Emery, por su parte, venía de hacer buenos años en el Sanse, pero su presencia se redujo a testimonial. En su única campaña con el primer equipo disputó seis partidos, cinco como suplente en la Liga y uno como titular en la Copa, anotando su único gol en el 8-1 al Albacete rondando el final del campeonato, jornada 40, cuando la Real iba como un tiro a los mandos de Irureta. Iriarte, recambio de Toshack la temporada anterior, le pasó en esta lo mismo que al galés. Los malos resultados provocaron su cese en la jornada 14, Irureta ocupó el banquillo y con Jabo la Real se mostró como uno de los equipos más en forma –séptimo clasificado al final–. De todos modos, no por ello hay que restarle méritos a lo logrado por el Mérida contra los de Iriarte. Dos jornadas antes en Anoeta cayó 2-1 el Superdépor.
Fragmento de la crónica de Marca de Óscar Badallo que resume a grandes rasgos el 1-2: "El Mérida consiguió su primera victoria en Anoeta a costa de la Real Sociedad gracias al aprovechamiento de sus ocasiones y al poco acierto de los jugadores realistas, despedidos por los espectadores al final del encuentro con una tremenda bronca". La efectividad decidió una lucha que respondió a lo previsto. La Real atacó. El Mérida se replegó. Karpin y Craioveanu empujaron sin poder echar abajo la muralla Romana. La parroquia local lamentó el disparo al palo de Gica, evitando el poste un gol que con 0-0 pudo haber abierto un escenario distinto, pero esa fue una de las pocas ocasiones realistas con permiso del gol de penalti de Karpin. Escaso bagaje. De ahí la bronca de la hinchada castigando la inoperancia de sus jugadores. La voluntad no fue suficiente, los 14 disparos locales por los 5 visitantes. No obstante, aquí hay un matiz importante: los 5 del Mérida fueron todos a puerta marcando dos goles, y de 14 la Real tiró 6 entre los tres palos, anotando solo de pena máxima. El Mérida, actuando bien replegado, desquició a la Real y le hizo daño a balón parado y al contraataque, que es como, al fin y al cabo, llegaron las dianas de Pogodín y Prieto. Tres puntos trabajados, los tres primeros cosechados en la recién estrenada categoría fruto del dominio de ambas áreas. Acierto y solidez. Y cerrando, por otro lado, una particular trilogía en el norte, donde se sellaron tres golpes históricos del Mérida a lo largo de aquellos años: el ascenso de Segunda B a Segunda ganando 0-1 en Pamplona a Osasuna Promesas en el último partido de la Promoción 90/91, el ascenso de Segunda a Primera venciendo 0-1 en Ipurúa al Eibar en la jornada 35 del campeonato 94/95 y, por último, el 1-2 de San Sebastián. Curiosamente, este también sería el primero de los dos únicos triunfos del Mérida lejos del Romano José Fouto en la temporada de su debut en la división de honor. También se conquistó el Benito Villamarín. 0-1 al Betis con gol del ex verdiblanco Antonio Reyes justo al comienzo de la segunda vuelta, jornada 22. Segunda y última alegría lejos de casa en esa 95/96 tras el asalto de Anoeta. (Salva Iriarte): "Ha sido un partido extraño y el resultado me parece engañoso. Ellos han estado afortunados porque de tres veces que pisaron el área consiguierno marcar dos goles. Nosotros dispusimos de más oportunidades que no subimos aprovechar. El Mérida ha hecho su partido y, sobre todo en la segunda mitad, hicieron todo tipo da artimañas para perder tiempo".
Pogodín adelantó al Mérida

El partido empezó con cierta polémica. En el minuto 3, Díaz Vega anuló un gol a Iñigo Idiakez por fuera de juego. Riguroso. Anoeta pitó al trencilla, cuya actuación global dejó tan insatisfechos tanto a vascos como a extremeños. La Real Sociedad salió decidida y, aunque jugó con más claridad en la segunda parte, dispuso de sus mejores oportunidades durante la primera mitad. Cuatro ocasiones repartidas a pares entre Gracia y Craioveanu. Gracia, partiendo como centrocampista más adelantado, se apuntó varias llegadas en los primeros quince minutos. La mejor un cabezazo muy suave directo a los guantes de Leal, pero no por el remate en sí sino por la posición del navarro, completamente solo y presto para fusilar al portero. El Mérida cerró a Gracia estos espacios entre líneas y Urbano, Loren, Momparlet, Monreal y José María, la férrea línea de cinco defensores, se hicieron fuertes en torno al meta Leal. Tampoco faltaron las vigilancias a Karpin, ayudando Monreal a José María. Claro que la calidad del ruso y de Craioveanu, con ganas de agradar este último en su debut en Anoeta, dejó señales en las armaduras de los Pecholatas. El rumano lució su zurda, mezcla de potencia y calidad. Leal atajó un lanzamiento suyo de falta y, acto seguido, el poste repelió su trallazo raso desde la frontal. Del chut a la madera en el minuto 27 se pasó al primer tanto visitante poco después, minuto 36. El Mérida botó un corner, Olabe falló en la salida y Pogodín marcó aprovechando un bote en el suelo. El 0-1. Alegría de Pogodín y mueca de Olabe. El meta se ganó el pase a la Real tras los dos ascensos consecutivos con la UD Salamanca de Juanma Lillo de Segunda B a Primera. Con 27 años le llegó el debut en la máxima categoría, tornándose desafortunado. Error en el gol de Pogodín y derrota. En el siguiente encuentro, Alberto ya volvió a la titularidad, siendo esta la tónica venidera. Olabe, suplente de Alberto durante sus cuatro campañas como txuri-urdin, solo jugó otro encuentro más: Alavés 2-1 Real Sociedad, 98/99. Pogodín, por su parte, estaba a prueba hasta diciembre, pero Krešić decidió quedárselo mucho antes. El ucraniano llegó del Spartak de Moscú junto a Pisarev, este último campeón de Europa Sub-21 con la URSS en 1990. Pero ninguno de los se adaptó. Pogodín, medio de fuerza no exento de técnica, jugó cinco partidos, los cinco en este inicio de la 95/96, y marcó un gol. Este de Anoeta... Escasa participación y, lo que son las cosas, forma parte del libro histórico del Mérida por ser uno de los dos realizadores de la primera victoria en Primera. De esta forma, con el gol de Pogodín, finalizó una primera mitad en la que Leal frenó de nuevo a Craioveanu. Un seguro de vida Leal, de los más destacados del Mérida. El portero venía de ser Trofeo Zamora en la anterior campaña. El primero de sus dos Zamoras, ambos en Segunda, 95/96 Mérida y 97/98 Alavés.
Karpin empató y Prieto estableció el 1-2

El Mérida nadó y guardó la ropa. La ventaja no hizo sino acentuar su resistencia sobre el 5-4-1. Momparlet y Loren tiraron de oficio y salieron infinidad de veces al cruce. Ambos zagueros se compenetraban a la perfección, lo que era una ventaja considerable. Ya jugaron juntos a las órdenes de Krešić en el Atlético Marbella y luego volvieron a coincidir en el Mérida tras el paso de Momparlet por el Rayo Vallecano. La guardia petroriana de Krešić. Además de Momparlet y Loren, también aportó lo suyo el dinamismo de Correa. El hispano-uruguayo, por un lado, ancló junto a Reyes la medular con la línea de tres centrales y, por otro lado, conectó con Sinval para surtir a Prieto de envíos largos entre Loren Juarros y Alberto Albistegui. Precisamente, en el anterior curso, cuando Correa llegó del Valladolid y Juan Carlos Quero se marchó a Pucela, Krešić prefería quedarse con Quero y el tiempo dio la razón al presidente Fouto por querer traer a Correa: el mediocentro, indiscutible, vivió los dos ascensos y las dos temporadas en Primera... Bien, pues con el crono corriendo a favor del Mérida, la Real Sociedad buscó soluciones alternativas. Los laterales Fuentes y Aranzabal hicieron las veces de extremos y se acumularon más efectivos por dentro. Allí jugó Karpin en la segunda mitad, organizador ante la falta de creación del doble pivote. Con Salva Iriarte, Yaw e Imaz formaron el eje sobre el que giró el equipo (con Irureta, Albistegui y Gracia formaron el doble pivote y la Real mejoró mucho, pero la clave resultó Karpin como mediapunta). En este partido, Yaw e Imaz cuajaron una de sus peores actuaciones y acabaron siendo sustituidos. Óscar De Paula entró por Yaw (el primer ghanés que jugó en la Liga no cuajó) y el debutante Unai Emery sustituyó a Imaz. La Real continuó insistiendo mediante arreones de Craioveanu y Karpin. Ambos dispusieron de otros intentos y también se reclamó un penalti sobre Gracia ignorado por el árbitro. Díaz Vega sí castigó el derribo de Loren a Aranzabal señalando el punto fatídico. Karpin transformó el penalti. 1-1, minuto 64. El empate abrió las cerradas líneas extremeñas y, cuando se esperaba la remontada, llegó el zarpazo de Prieto en el minuto 71. Un muy buen gol, en el que Prieto combinó potencia y habilidad. Recorte a su par y disparo duro por el palo largo. Gol histórico de Prieto, el 1-2 que valió la primera victoria en Primera. Prieto, como el Mérida, también realizó esta campaña su estreno en la máxima categoría y lo hizo a lo grande. 15 goles, máximo realizador Romano en esta 95/96. (Prieto, abril 1996, Don Balón): "Nunca pensé estar donde estoy. Todavía me llama mucha la atención que un gol mío pueda verse por televisión. Espero llegar a los 15 o 16 goles. El gol para mí es lo máximo. Voy bien de cabeza, tengo una buena pierna derecha y soy rápido. Técnicamente no tengo buen nivel y mi pierna izquierda deja mucho que desear". La Real Sociedad, con más corazón que cabeza, lo intentó hasta el final, aguantando la buena defensa emeritense. Del 74 al 87, Krešić realizó sus tres cambios: Dulanto por Pogodín, Quique Martín por Sinval y Pirri Mori por Prieto. Díaz Vega añadió tres minutos y De Paula desaprovechó la última en el 91. Pitada de Anoeta. Victoria histórica del Mérida. 15 de octubre de 1995.
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