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Las tres Copas consecutivas del Athletic de Pichichi y Belauste

Este mítico Athletic ganó el torneo del KO en 1914, 1915 y 1916, dándole este último triunfo la Copa en propiedad 

 

 

¿Qué entendemos por equipo histórico? Determinados clubes figuran en esta categoría especial de acuerdo a sus hazañas, ya sean en forma de títulos, de victorias épicas, de una forma única de entender el juego o de largas permanencias en Primera División (los modestos también merecen un lugar aquí). No obstante, dentro de esta amalgama histórica, hay un club que sobresale sobre los demás por el respeto a sus tradiciones, por la vinculación a su territorio, por haberse mantenido siempre en Primera y, sobre todo, por ser el primer gran campeón. No en vano, antes de que Real Madrid, Barcelona, Atlético y Valencia despegaran su poderío, el Athletic Club fue el primer dominador del fútbol español. El conjunto bilbaíno extendió su leyenda, sobre todo, a través de la Copa, de la que lideró el palmarés durante casi todo el siglo pasado, cosechando trece títulos antes de la Guerra Civil. El Barcelona, finalmente, le rebasó y, en la actualidad, el combinado zurigorri es el segundo del ranking copero (23 trofeos según la RFEF, 24 según el propio Athletic). El torneo del KO, en definitiva, ha marcado la idiosincrasia histórica de una entidad tan copera como esta. 

 

Este deporte al alza denominado fútbol se profesionalizó con la instauración de La Liga en la 1928/29. Pero antes siquiera de la aparición del torneo de la regularidad, la Copa –competición nacional más antigua– presidía el fútbol español desde principios del siglo XX. Y allí estaba un mítico Athletic, ganador de tres ediciones de forma consecutiva. ¿Cuándo lo logró por primera vez? Aquí se contradicen el Athletic y la Real Federación Española de Fútbol. Si se escoge la versión rojiblanca fue durante las primeras ediciones de la Copa: 1902 (el título al que no da validez la RFEF), 1903 y 1904. Por el contrario, si se tiene en cuenta al organismo oficial del torneo del KO, los tres primeros títulos seguidos son los de 1914, 1915 y 1916. Independientemente de a quién se dé la razón, lo cierto es que el triunfo de 1916 dio la primera Copa en propiedad al Athletic, tal y como recoge la RFEF en su página web: "En 1916 el Athletic se quedó en propiedad con el título que se puso en juego en 1908 tras ganar en 1910, 11, 14, 15 y 16". El conjunto vasco, por cierto, también se hizo con otras dos Copas en propiedad: la de Alfonso XII (1930, 1931, 1932) y la del Generalísimo (1943, 1944, 1945).

 

 

Las tres Copas seguidas de 1914, 1915 y 1916 coincidieron en el tiempo con dos hechos relevantes en la historia del Athletic: la inauguración de San Mamés en 1913 y la implantación del sobrenombre de Los Leones. Ambas están directamente relacionadas a través de la leyenda de Mamés de Capadocia. Este santo mártir, que fue perseguido por sus creencias religiosas, amansó a los leones cuando fue arrojado a las bestias para que lo devoraran. Así es como al Athletic, asentado sobre San Mamés, se le empezó a llamar como Los Leones, apodo que estrenó con estos tres zarpazos coperos. Los primeros leones de San Mamés, los tricampeones, ocupan un lugar privilegiado en el salón de la fama de La Catedral por lo que significaron en la historia del Athletic: Pichichi, José María Belauste, Zubizarreta, Hurtado, Germán, Solaun, Ibarreche, Acedo, Eguía, Ramón Belauste, Iceta, Cabieces, Zuazo, Apón... 

      

No obstante, los Leones que encabezaban la manada eran Ramón Moreno Aranzadi, conocido como Pichichi, y José María Belaustegigoitia Landaluce, quien acuñó la furia española con su famoso gol en las Olimpiadas de Amberes de 1920 ("¡A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo!"). Pichichi, el primer ídolo del Athletic, destacó por su enorme facilidad para ver puerta: anotó 83 goles en 89 partidos, a casi una media de un gol por partido. Este interior mezclaba habilidad, regate y velocidad con un tremendo disparo. El busto de San Mamés, el famoso cuadro de Aurelio Arteta y, ante todo, el trofeo de máximo goleador de La Liga mantienen vivo su recuerdo para siempre. Por otro lado, Belauste representaba una fuerza de la naturaleza de 1,95m. de estatura y 95 kg. de peso. Un mediocentro colosal sobre el que se asentaron los cimientos del Athletic. Potente, llegador y especialista en el juego aéreo, un box to box de los primeros tiempos del fútbol. Belauste jugó 21 temporadas y ganó 7 Copas con el Athletic. También logró la plata en los Juegos Olímpicos de Amberes, siendo el primer capitán de la Selección. 

 

Copa de 1914

 

Esta Copa fue la primera de la recién creada RFEF, fundada el 29 de septiembre de 1913, tras el conflicto entre las dos federaciones anteriores, la Federación Española de Clubs de Football y la Unión Española de Clubs de Football. Estos dos estamentos contaron con su propia competición de 1910 a 1913, lo que propició que hubiesen dos campeones distintos. El problema quedó resuelto con la nueva RFEF, que pasó a ser la única federación, y la Copa volvió a ser un único torneo bajo su amparo. La RFEF, para su primera Copa, abolió el sistema de libre inscripción de equipos y contó con los cuatro campeones regionales de la temporada 1913/1914: la Sociedad Gimnástica Española de Madrid por el Centro, el Athletic Club de Bilbao por el Norte, el Football Club España de Barcelona por Catalunya y el Real Vigo Sporting Club por Galicia. 

 

Se disputaron dos semifinales, a ida y vuelta, y la final a partido único. El Athletic finiquitó al Vigo Sporting con un contundente 11-0 en San Mamés, con cuatro goles de Pichichi, tres de Apón, dos de José María Belauste, uno de Zuazo y otro de Iceta. La vuelta en Vigo, con el pase a la final resuelto, resultó un trámite; se saldó con un 3-3, con dos tantos de Zuazo y uno de Ramón Belauste, hermano de José María Belauste. El Athletic, por lo tanto, accedió de nuevo a la última instancia, dispuesto a resarcirse de la inesperada derrota del año anterior ante el Racing de Irún. El rival de los rojiblancos fue el España FC, que doblegó a la Gimnástica Española en la otra semifinal: 1-0 en el Camp del Carrer Entença y 1-1 en O'Donnell. El España –antiguo club que se disolvió tras unirse al Club Esportiu Europa en 1931 vivió durante esta década su era dorada. A parte de jugar la final de Copa, también ganó tres veces el Campeonato Regional de Catalunya en 1913, 1914 y 1917. El Athletic-España, la final, se jugó el 10 de mayo de 1914 en el Estadio Costorbe de Irún, que una hora antes del partido ya registraba el lleno.

   

El Athletic ganó 2-1 al España y logró la primera Copa de la serie de tres consecutivas. El conjunto vasco empezó como un tiro y luego sufrió más de la cuenta. A la media hora iba ganando 2-0. Zuazo marcó los dos goles en los minutos 20 y 29. El España creció en la segunda parte y estrechó el cerco sobre la meta de Ibarreche, buscando darle la vuelta a la situación. Casellas, el mejor de los barceloneses, se adueñó del centro del campo y se topó en dos ocasiones con el portero del Athletic. Ibarreche y los defensas Solaun y Hurtado sostuvieron a los del Botxo cuando más apretaba el rival. El España, al fin, encontró el gol en el minuto 89 por medio de Coletas. Aunque ya sin tiempo para reaccionar. De los finalistas del 14, 15 y 16, el España es el que más problemas planteó al Athletic que, sin embargo, demostró madera de líder para salir airoso. Los Leones, finalmente, entonaron el famoso estribillo de la cupletista Teresita Zazá: "Alirón, alirón, el Athletic campeón"Este fue el once de la final de 1914: Ibarreche; Hurtado, Solaun; Eguía, José María Belauste, Iceta; Germán, Pichichi, Zuazo, Apón y Ramón Belauste. 

 

Copa de 1915

 

Se mantuvo el formato de los cuatro campeones regionales. En esta ocasión se contó con Athletic Club de Bilbao, Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona, Real Club Fortuna de Vigo y la Sociedad Gimnástica Española de Madrid. El Racing Club de Madrid, campeón del Centro, no participó porque no llevaba inscrito en la RFEF los seis meses exigidos. Le reemplazó la Gimnástica Española, que junto al Athletic repetía respecto al año anterior. 

 

El RCD Espanyol fue el primer finalista de 1915. Ganó ambos partidos a la Gimnástica Española: 2-3 en la ida en O'Donnell y 3-0 en la vuelta en el Camp del Carrer Muntaner (Sarriá se inauguró en 1923). Por su parte, el Athletic volvió a medirse a otro equipo de Vigo, el Fortuna. Precisamente, de la fusión entre el Fortuna y el Vigo Sporting –rival del Athletic en 1913 nació el RC Celta de Vigo en 1923. Y, como ya hiciera con el Vigo Sporting, el Athletic también eliminó al Fortuna. Decidió de nuevo en San Mamés con una goleada (5-1) tras el empate sin goles (0-0) en tierras gallegas. Félix Zubizarreta lideró el pase a la final con sus tres goles al Fortuna de Vigo en una Catedral llena hasta la bandera. Zubizarreta, por cierto, fue fundamental en la consecución de la segunda y la tercera Copa. Tras su exhibición volvió a aparecer en la final ante el Espanyol, pero aquí le eclipsó por completo El Rey León

 

Por actuaciones como la que tuvo en la final de 1914, Ramón Moreno Aranzadi se ganó un reconocimiento que se extiende a través de los tiempos. Pichichi fue absolutamente decisivo ante el Espanyol. Sentenció la final anotando los tres primeros goles de los cinco del Athletic a los Pericosabrió el marcador en el minuto 2, anotó el segundo en el minuto 43 y cerró su cuenta en el minuto 60. Germán Echevarría y Zubizarreta pusieron la guinda con dos goles en dos minutos, 69 y 70, de una final con claro color rojiblanco. El 5-0 del Athletic al Espanyol fue la consecuencia de un encuentro controlado sin dificultades por los vascos. Belauste, por su parte, completó una gran actuación, rompiendo las líneas blanquiazules con su potencia descontrolada. El Espanyol no fue el equipo que asombró adjudicándose el Campeonato Regional de Catalunya: pagó caros sus errores y acusó las bajas de Tormo y Pueo. En definitiva, este es el once del Athletic que sumó la segunda Copa consecutiva el 2 de mayo de 1915 en el Campo de Amute (Hondarribia): Ibarreche; Hurtado, Solaun; Cabieces, José María Belauste, Mestraitua; Germán, Pichichi, Zubizarreta, Iceta y Ramón Belauste. 

 

Copa de 1916

 

Solo participaron tres equipos: Athletic Club, FC Barcelona y Madrid FC (aún sin el título de Real). El Real Club Fortuna de Vigo emparejado de nuevo con los bilbaínos– renunció a jugar la Copa, por lo que los rojiblancos pasaron directos a su tercera final consecutiva. Por otro lado, la otra semifinal dejó unos Clásicos volcánicos. Barcelona y Real Madrid jugaron cuatro partidos para conocer al rival del Athletic; cuatro batallas, las dos últimas cargadas de polémica. El inicio de la enemistad que conocemos hoy en día. 

 

El Barcelona ganó 2-1 en la ida y el Real Madrid goleó 4-1 en la vuelta. Como no se contabilizaban los goles, sino los partidos ganados, se jugó el desempate en Madrid. El tercer partido acabó 6-6, prórroga incluida, y hubo una tremenda polémica. José Ángel Berraondo, árbitro y ex jugador blanco, señaló tres penaltis a favor del Madrid y anuló un gol a los culés. La tormenta de tensión, lejos de aplacarse, se desbordó en el partido definitivo, que también necesitó de tiempo suplementario. El Madrid ganó 4-2 y Berraondo, que continuó de árbitro, pitó otro penalti favorable a los blancos y no vio falta en un gol del Madrid. El Barça, indignado, abandonó el terreno de juego antes del final. El Real Madrid acabó con el Barcelona en el cuarto partido, pero el Clásico siguió 'jugándose' en la final. Athletic y Real Madrid se enfrentaron en la cancha blaugrana, el Camp del Carrer Indústria. Y el Madrid encontró un ambiente muy caldeado en la Ciudad Condal. 

 

El público catalán se alió con el Athletic, que jugó como en casa, y mostró su hostilidad sobre el Real Madrid. La hinchada local recibió a los blancos con una fuerte pitada al inicio del partido y los apedreó al final del mismo. La violencia, en cualquier caso, siempre sobra en cualquier ámbito. Respecto a la final, el Athletic pasó por encima del Madrid, al que goleó por 4-0. Domingo Gómez-Acedo marcó el primer tanto y Félix Zubizarreta completó su recital con un hat-trick. La final de 1914 fue la de Zuazo, la de 1915 la de Pichichi y la de 1916 la de Zubizarreta. El conjunto rojiblanco completó, de esta forma brillante, su trilogía y añadió a su museo la primera Copa en propiedad. El Real Madrid, al contrario que los vascos, era la imagen de la decepción. Llegó lanzado a la final, reforzado por dejar fuera al Barcelona. Sin embargo, acabó sobrepasado por la superioridad del mejor equipo del momento y el ambiente que encontró en su contra. René Petit, el mejor del Madrid, no apareció. Como tampoco Santiago Bernabéu, decisivo en la eliminatoria ante el Barcelona. Como nota curiosa de esta final mencionar que el árbitro fue Paco Bru, portero retirado que jugó con el Barça en la eliminatoria de semifinales ante el Madrid...

 

La alineación del Athletic que arrolló al Real Madrid el 7 de mayo de 1916 fue el siguiente: Ibarreche; Solaun, Hurtado; Eguía, José María Belauste, Cabieces; Germán, Pichichi, Zubizarreta, Iceta y Acedo. El Athletic de la tercera Copa seguida. Los Leones legendarios de San Mamés.

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Elisa (jueves, 24 marzo 2022 02:26)

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