El subcampeonato que simbolizó el triunfo del fútbol base. El de una UD Las Palmas compuesta casi en su totalidad por canarios: Guedes, Tonono, Germán y Castellano como canteranos destacados de un equipazo dirigido de forma magistral por Molowny. Esta mítica versión amarilla alcanzó el top-3 del fútbol español durante dos temporadas seguidas. Del tercer puesto de la 1967/68 se pasó al segundo de la campaña siguiente, siendo el subcampeonato de la 1968/69 la mejor clasificación del club isleño.
Valerón jugó en el Mallorca una temporada, la 1997/98. Una campaña con un doble significado. Para Valerón supuso su debut en Primera y para el conjunto bermellón, el retorno a la máxima categoría tras cinco años en Segunda. Tantas connotaciones desembocaron en un curso doblemente productivo: el canario se convirtió en una de las revelaciones y lanzó a los de Cúper a la mejor temporada de su historia por entonces. El Mallorca fue subcampeón de Copa, quinto en la Liga y accedió a la Recopa.