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El 12-1 de España a Malta

La Selección ganó por los once goles de diferencia que necesitaba para estar en la Eurocopa de 1984

Se cumplen 40 años de una de las hazañas más grandes de la selección española. El 12-1 a Malta que valió el pase a la Eurocopa de Francia 1984. Los de Miguel Muñoz debían ganar por once goles de diferencia para desbancar a Holanda del primer puesto y lograron lo imposible en un Benito Villamarín entregado a la avalancha española. La Roja se sobrepuso al penalti fallado por Juan Señor y al tanto de Silvio Demanuele y asedió a Malta sin cuartel hasta llegar a los doce goles. Cuatro de Santillana, cuatro de Poli Rincón, dos de Antonio Maceda, uno de Manu Sarabia y otro de Señor. El de Señor, el número doce, dejó el famoso gallo de José Ángel de la Casa en la narración del partido en TVE. ¡Goool de Señor! 12-1. Para la posteridad. 'Sí, sí, sí, España va a París'.

 

La joven Holanda rivalizó entonces por un puesto en Francia y puso contra las cuerdas a la Selección al ganarle 2-1 en De Kuip. La Oranje después goleó 5-0 a Malta en la última jornada y estaba virtualmente en la Euro. El técnico Kees Rijvers manifestó: "Nuestra clasificación es merecida". España, casi KO, dependía del milagro contra Malta. El objetivo inicial era el 11-0 (el gol de Demanuele subió la cuenta a 12-1) y al principio nadie daba un duro. No obstante, en la concentración de Alcalá de Guadaíra los ánimos fueron mejorando. El programa deportivo Tiempo y Marca puso a los jugadores el vídeo del Holanda 5-0 Malta. El partido que sirvió como inspiración. "Holanda pudo marcar cinco goles más. Entre los postes y algunos balones parados por el portero se evitó una goleada de escándalo" recalcó Santillana. Por su parte, Vicente Miera, asistente de Miguel Muñoz, estuvo en Rotterdam y a su regreso alimentó el optimismo: "Aunque es difícil podemos marcar once. Son bastante flojos, quiero ser optimista. Tienen puntos flacos que podemos aprovecharlos muy bien. En Holanda lo pasaron mal en la segunda parte. Cansados encajaron muchos goles"Aquel 21 de diciembre de 1983 la Selección volvió a recuperar su autoestima y conectó de nuevo con la afición después del decepcionante Mundial de 1982. El capítulo épico de Sevilla le catapultó directo a un europeo del que sería subcampeón meses después. No se llegaba tan lejos desde el título de la Eurocopa de 1960, por lo que el 12-1 desterró el pasado más negro del combinado nacional y sentó las bases del desarrollo posterior hasta el día de hoy.

 

 

Aquella selección amateur de Malta, de las más débiles de Europa, fue de más a menos. Empezó sorprendiendo en su feudo, el patatal de Ta'Gali. Allí cayó 1-0 Islandia y España se las deseó para ganar 2-3. Otra cosa bien distinta fueron los tres últimos encuentros. Las goleadas encajadas a domicilio frente a los rivales más potentes del grupo. El 8-0 de Irlanda se mejoró con la manita de Holanda (los tulipanes se arrepintieron de no marcar más goles), pero se tocó fondo en el Benito Villamarín, donde Malta jugó cuatro días después de hacerlo en De Kuip. El 12-1 escoció. Y sigue escociendo. Muchos años después, en 2018, algunos integrantes malteses acusaron a España en Fiebre Maldini de todos sus males de entonces: retraso en el vuelo, mal hotel, problemas para entrenar, drogados con limones, españoles bajo el efecto de esteroides... La RFEF emitió un comunicado negando de forma tajante cualquier conducta antideportiva y defendió la integridad del fútbol español. La débil Malta, en definitiva, pagó los daños colaterales de la epopeya de una España que contaba, por otra parte, con un equipazo. Los Halcones Rojos sufrieron el peor resultado de su historia, algo que jamás imaginaron en su único afán de evitar la humillación. El seleccionador Victor Scerri: "No vamos a salir goleados". El portero John Bonello: "Marcar once es un sueño irrealizable"; también dijo que si le marcaban once no volvería...

 

Hat-trick de Santillana en la primera parte, 3-1

 

Miguel Muñoz juntó a Poli Rincón, Sarabia, Santillana y Lobo Carrasco. Cuatro atacantes a la búsqueda de goles dentro de un atípico sistema. Por su parte, Andoni Goikoetxea y José Antonio Camacho fueron los hombres más retrasados, toda vez que Señor, falso lateral, actuó de extremo y Maceda, central, lo hizo como un centrocampista más lanzando los ataques junto a Rafa Gordillo, Víctor Muñoz y Carrasco. Declaración de ataque. Objetivo: 11-0. España salió presta y dispuesta. Los jugadores se propusieron, al menos, marcar cinco o seis en la primera parte. Solo fueron tres pese al bombardeo contra la ultradefensiva Malta. A los Caballeros de Malta era complicado entrarles por dentro debido a su acumulación defensiva por esta zona. En cambio, España explotó los centros talón de Aquiles maltés buscando la cabeza de Santillana. El veterano delantero del Real Madrid tiró del carro en esos momentos críticos donde hacía falta un líder. El hat-trick de Santillana en los minutos 15, 26 y 29 levantó a España después de los dos latigazos iniciales: el penalti de Señor repelido por el poste en el minuto 2 y el gol de Demanuele en el minuto 24. El gol de Malta vino precedido por el rebote en la espalda de Maceda que descoló a Paco Buyo (el gallego, con Luis Miguel Arconada lesionado, debutó en este partido con la Selección). España, por cierto, durante el primer tiempo tiró tanto como en el segundo, aunque sin mucha puntería. Víctor Muñoz se topó con el poste (dos de La Roja en el primer acto),  John Holland sacó bajo palos un tiro de Sarabia y Bonello se empleó a fondo parando. Santillana, ante el micro en directo de Alfonso Azuara, lamentaba solo ir 3-1: “Hemos tenido la mala fortuna de fallar un penalti... Siete ocasiones. Es prácticamente imposible marcar nueve goles, pero por nosotros no va quedar. Lo vamos a intentar”

 

Rincón, Maceda y Gordillo agitadores, 8-1

 

La segunda parte convirtió lo imposible en realidad. Hazaña eternizada dentro del ideario del fútbol español. Destino Euro 84. ¿Cómo se marcan nueve dianas en apenas 45 minutos? El dominio siempre estuvo ahí, lo que esta vez, a diferencia del primer tiempo, entró prácticamente todo. Arrasó España. Jugó al gato y al ratón con los de Scerri. Pressing total, ritmo altísimo. Mención especial para unos inmensos Rafa Gordillo y Poli Rincón. Los dos béticos, agitadores, se lucieron ante su querida Heliópolis. "Estoy convencido de que voy a marcar, como mínimo, tres goles. Los demás los dejo para los compañeros. Nos vamos a comer la  hierba si es preciso para conseguir la clasificación". Estas palabras salieron del apasionado Poli Rincón, el jugador que contagió su entusiamo al resto de sus compañeros. La visión del punta se cumplió. Sobrexcitado al descanso, con ganas de comerse esa hierba mojada que aceleró el juego local. Rincón puso el cuarto nada más empezar la segunda parte, en el minuto 47, mediante una bonita jugada personal. Bonello, tras el gol, acudió al centro del campo y entregó al árbitro una botella lanzada al meta. Entre tanto, Goikoetxea, muy fiable durante todo el partido, se lució en la marca ante el delantero Spiteri Gonzi. España, por cierto, tenía en Goiko y Maceda a dos de los mejores centrales de Europa. Baluartes en el sistema de Miguel Muñoz. Las Maceda subidas al ataque eran sinónimo de peligro y el momento Maceda llegó en plena furia. Esos cuatro goles tan seguidos, fundamentales en el desarrollo posterior, anotados a pares por Maceda y Rincón en los minutos 56, 61, 63 y 64. Del 4-1 al 8-1. Salto considerable. Quedaban cuatro. El Villamarín empujó como nunca. 

 

¡Goool de Señor! La guinda, 12-1

 

Los espectadores casi estaban más pendientes de sus relojes que del campo. El cronómetro avanzaba mientras la pólvora parecía apagada por la lluvia. Gordillo atemperó los nervios sacando el capote en la banda izquierda. El genio de las medias caídas. Malta, agotada, trató de perder tiempo. Scerri movió el banco. Mario Farrugia entró por Raymond Farrugia (había cuatro Farrugia: dos hermanos, Emmanuel y Edwin, y dos primos, Mario y Raymond). Cualquier atisbo de respiro para Malta acabó con la expulsión de Michael Digiorgio en el minuto 77. Los Halcones Rojos, con diez, renunciaron a cualquier posibilidad de contra. Entre medias, España alcanzó los dos dígitos penetrando por las bandas. Centro-pum: centro de Gordillo y noveno de Santillana en el minuto 75, centro de Maceda y décimo de Poli Rincón en el minuto 78, centro de Señor y undécimo de Sarabia en el minuto 79. ¡A un gol! La maravilla del directo de TVE lo inmortalizó todo. Miguel Muñoz y Vicente Miera, saboreando el momento ante Azuara. Y llegó la locura. El gol de Señor en el minuto 84. Golpeó el balón con la zurda desde el balcón del area y superó a Bonello, canalizando toda la rabia del penalti. El gallito de José Ángel de la Casa: ¡Goool de Señor! La mítica emoción de Muñoz en directo: "Ahí están los doce. Vamos a hacer tres más. Fenomenal. La alegría más grande de mi vida". Con 12-1, Marcos Alonso sustituyó a Poli Rincón. El único cambio español. Poli se fundió en un sentido abrazo con Muñoz. Le dijo al míster: "¡Lo hemos conseguido! ¡Somos los mejores! Esto solo hacemos los españoles". Gordillo marcó el gol trece, pero el juez de línea lo anuló por fuera de juego. Era legal. La Roja llegó a la docena como pudo haber hecho quince, dieciséis... Al final del encuentro, la afición sevillana, desbordada por el memorable momento, realizó una invasión de campo. Poco después, en rueda de prensa, el sorprendido Victor Scerri: "Si no lo veo no lo creo. Soy el primer sorprendido y todavía no sé si es un sueño. Hoy España era incontenible. Nuestros jugadores no han podido hacer nada por contener la avalancha que se les venía encima"Y la rendida prensa holandesa: "España rompe el sueño de los naranjas. Dramático acontecimiento. No es de extrañar el 12-1 de Sevilla, lo que sorprendió mucho más fue el 5-0 de Rotterdam". España 12-1 Malta. El épico billete para la Eurocopa de 1984.

 

 

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