El fútbol es una pasión capaz de trascender generaciones, para los más nostálgicos, el fútbol no sólo representa goles o victorias, sino también recuerdos imborrables de momentos históricos, héroes legendarios y épocas doradas de este deporte.
Se cumplen 40 años de una de las hazañas más grandes de la selección española. El 12-1 a Malta que valió el pase a la Eurocopa de 1984. Los de Miguel Muñoz debían ganar por once goles de diferencia para desbancar a Holanda del primer puesto y lograron lo imposible en un Benito Villamarín entregado a la avalancha española. La Roja se sobrepuso al penalti fallado por Juan Señor y al tanto de Silvio Demanuele y asedió a Malta sin cuartel hasta llegar a las doce goles.
El análisis de la Selección en su Mundial requiere del antes, durante y después, lo que ayudará a comprender cómo se pasó del entusiasmo al fiasco. Un triunfo ante Yugoslavia (con ayuda arbitral), dos empates ante Inglaterra y Honduras y dos derrotas ante Alemania Federal e Irlanda del Norte en cinco partidos. La nefasta preparación, la ansiedad y el mal juego empequeñecieron a una excelente generación que aspiraba a cotas mayores.
El triunfo que selló la clasificación de la Selección para el Mundial de Argentina 1978. Una victoria tan simbólica como heroica en una época oscura para España: ausente en una Copa del Mundo desde 1966. Rubén Cano invirtió la tendencia y selló el triunfo ante Yugoslavia en un ejercicio de supervivencia. Los internacionales españoles resistieron las violentas entradas de los yugoslavos y el ambiente hostil de los 100.000 hinchas de Marakaná. España ganó la batalla de Belgrado.