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"Es el primer gran título que consigo y me hace especial ilusión. Es el premio a una labor de muchos años"

Arconada, campeón de Liga con la Real Sociedad. Entrevista As Color, mayo 1981

"Los aficionados donostiarras tenían derecho a este triunfo".

 

“Nunca vi el campeonato perdido. Pero sí muy difícil ante el Espanyol y Sporting”.

 

"No me gusta ser capitán, pero alguien tiene que serlo y no me importa. No me gusta significarme en nada".

 

"Me hace mucha ilusión que los niños quieran ser Arconada. Yo también he sido chaval y he tenido un ídolo: Iribar".

 

"Si sigo jugando con la Selección podré batir los 49 partidos de Iribar, sin que eso quiera decir que soy mejor que él"


 

Luis Arconada rebosaba felicidad por los cuatro costados. Venía de hacer historia al conquistar la primera de sus dos Ligas con la Real Sociedad. "Es el primer gran título que consigo y me hace especial ilusión" declaró un exultante Arconada en As Color, entrevista que le realizó el periodista Julián de Reoyo y se publicó en mayo de 1981, varias semanas después de la proeza. El legendario portero fue clave en la consecución del campeonato, lo que le permitió obtener el segundo de sus tres Zamoras seguidos. 29 goles encajados durante los 34 partidos, cifra que define lo que era la Erreala de Alberto Ormaetxea. Bloque colectivo, compacto, vigoroso y contragolpeador. Fuerte atrás, a pesar de los problemas iniciales derivados de las lesiones de Agustín Gajate, solucionados por el afianzamiento de Bixio Gorriz junto a Inaxio Kortabarria. Los zagueros arropaban a Arconada defendiendo cerca de sus dominios y llevaban a cabo el repliegue. Si encima hay un guardián como Arconada, las Ligas caen a pares. Desde su titularidad al final de la 1975/76 no había parado de crecer y, a sus 26 años, estaba alcanzando su mejor nivel. Compañeros, rivales y prensa coincidían en señalar a Luis, que también defendía la meta de la Selección, como el arquero número uno de España y uno de los mejores del mundo. Ágil como un gato, rápido, intuitivo, carismático... Ladislao Kubala le definió como el portero con más reflejos que ha visto en su vida. Arconada, ese símbolo que solo tuvo unos colores, los de su corazón teñido de txuri-urdin, desoyendo las ofertas de los grandes. No pasa nada, tenemos a Arconada

 

Esta Liga rompió el orden preestablecido y ensalzó el fútbol formativo guipuzcoano. Triunfo total de la cantera sobre la cartera. 20 de estos 23 campeones salieron del Sanse, el filial, donde fueron moldeados por Javier Expósito, incluido el capitán Arconada. "Expósito es el culpable de que haya buenos porteros en la Real Sociedad. Si tienes condiciones te las saca. No estaría donde estoy sino hubiera recibido sus enseñanzas" dijo una vez Arconada. La generación de oro dio a la sociedad sus dos Ligas (la campaña siguiente, 1981/82, retuvo la corona) y que cerca estuvieron de ser tres consecutivas. Un año antes de aquel bicampeonato, la crueldad elevada al máximo exponente evitó un alirón muy merecido. Por una sola derrota, penúltima jornada ante el Sevilla, la Real Sociedad 1979/80 no fue campeón tras estar las primeras 32 jornadas invicto. El Real Madrid alzó el título. La Real se resarció al curso siguiente, 1980/81, siguiendo un camino inverso. Acabó la primera vuelta a 7 puntos del líder, el Atlético del doctor Cabeza. El conjunto colchonero ocupó el primer puesto desde la jornada 7 a la 31. Justo al final perdió la cabeza y la Real, en cambio, realizó un sprint digno del mejor escalador del Tour. Asaltó el liderato en la jornada 32, faltando dos partidos, y como perseguidor el Madrid, a un punto. Otro mano a mano. "Nunca vi el campeonato perdido, pero sí muy difícil tanto contra el Espanyol como ante el Sporting". Durantes estos dos partidos citados por Arconada, penúltima y última jornada, el equipo dirigido por Ormaetxea remó contracorriente para mantener el liderato que cogió en la antepenúltima jornada. Ganó 2-1 a un ultradefensivo Espanyol. Remontada sufrida con tantos de Jesús María Satrustegui y Santi Idigoras tras el susto inicial de Rafa Marañón. Por último, El Molinón. La famosa diana de Jesús Mari Zamora en el último minuto. El 2-2 cuando todo parecía perdido. Gol tan grande como una Liga muy Real. Txapeldunak!

 

De los 4 títulos de Arconada (2 Ligas, 1 Supercopa y 1 Copa del Rey), este es el de mayor valor. Inauguró el palmarés a la vez que sofocó la debacle de Sevilla. Al ganar su primera Liga, el meta tuvo un guiño con los que pasaron, como él, del llanto de Sevilla al éxtasis de Gijón: "Los aficionados donostiarras tenían derecho a este triunfo". 15.000 realzales estuvieron en El Molinón viendo a la cuadrilla de amigos llevarse el torneo de la regularidad. En un solo año año se acumuló experiencia con rapidez y las heridas sanaron gracias a la madurez adquirida. La Liga 1980/81 recompensó, en definitiva, la filosofía del presidente José Luis Orbegozo. Como canterano, Arconada conocía el trabajo que había detrás y participó en esta maravillosa progresión: "Es el premio a una labor, a un trabajo de años". Bajo el mandato de Orbegozo (1967-1983), el club se consolidó en la máxima categoría, logró sus primeras clasificaciones europeas y asaltó el tren de la Liga. Una Real con gente de la casa, sin extranjeros, arraigada a Donostia y Gipuzkoa. La aparición de elementos de primer orden (Arconada, López Ufarte, Satrustegui, Zamora, Perico Alonso...) desembocó en la mejor Real de la historia, siendo Arconada, uno de los mejores porteros de siempre, la leyenda txuri-urdin por excelencia. Quizás el mejor legado que dejó es que fue ídolo de toda una generación. Boom ochentero. Los chavales se ponían bajo palos y trataban de imitar sus paradones: "Me hace mucha ilusión que los niños quieran ser Arconada. Yo también he tenido un ídolo: Iribar". Preguntando, por otro lado, si batiría los 49 encuentros de su ídolo con España, esto respondió: "Ahora se juegan muchos partidos. Si sigo jugando lo podré batir, sin que eso quiera decir que soy mejor que Iribar". Y le rebasó. Arconada entonces llevaba 26 internacionalidades y llegó a las 68. Disputó dos Mundiales y dos Eurocopas, siendo subcampeón de la Euro 1984 (pesó el error en el gol de Michel Platini en la final, pero antes fue de los mejores de España). Por cierto, además de ser capitán de la Real Sociedad, también lo era de la Selección. ¿Le gustaba? "No me gusta ser capitán, pero alguien tiene que serlo y no me importa. No me gusta significarme en nada". Líder humilde. Sobre esto y más habló para As Color. Mitazo. El capitán campeón.  

 


Entrevista completa

 

- ¡Campeones! ¿Un sueño dorado?

 

Sí. Es el primer gran título que consigo y me hace especial ilusión.

 

- ¿Qué es el título de Liga para la Real Sociedad de San Sebastián?

 

El premio a una labor, a un trabajo de muchos años. Pienso que los aficionados donostiarras tenían derecho a este triunfo.

 

- ¿Lo viste perdido? 

 

Nunca vi el campeonato perdido, pero sí muy difícil, tanto contra el Espanyol como ante el Sporting

 

- Dicen que los niños vienen con un pan debajo del brazo. Tu hija Nerea ha venido con el título de Liga. 

 

Ya tenemos la pareja. Luisito, que tiene veinte meses, y Nerea, que sólo cuenta unos días.

 

- ¿Te gustaría que hubiera un Luis Arconada II?

 

Primero que estudie y en los ratos libre que juegue al fútbol. El fútbol le está dando a su padre muchas alegrías y me gustaría que él también saboreara otras parecidas. Pero primero que estudie.

 

¿Qué te quita el sueño la noche anterior a un partido?

 

La noche anterior a un partido sólo pienso en mis defensas

 

- ¿Y en los delanteros rivales?

 

Hay delanteros muy buenos. 

 

- ¿Del Barcelona?

 

Ahora, Quini.

 

- ¿Del Valencia?

 

Solsona y su forma de colocar el balón

 

- ¿Del Madrid?

 

Santillana y Juanito.

 

- ¿Del extranjero?

 

Keegan y muchos más

 

- ¿Te hace ilusión que los niños quieran ser Arconada?

 

Sí. Me hace mucha ilusión. Yo también he sido chaval y he tenido un ídolo

 

- ¿Quién querías ser tú cuando empezaste?

 

Iribar.

 

- 26 partidos internacionales (llegó a 68) y por delante una larga gira por América y un Mundial. ¿Batirás el récord de tu ídolo?

 

Ahora se juegan muchos partidos. Si sigo jugando, lógicamente, lo podré batir, sin que eso quiera decir que soy mejor que Iribar

 

- Luis, ¿te gusta ser capitán de la Selección y la Real?


No, no me gusta. Pero alguien tiene que serlo y no me importa. No me gusta significarme en nada. 

 

Me decía un día Kubala en Montreal, allá por 1976, que eras el portero con más reflejos que había visto en su vida, pero que eras un poquito vago para entrenar. ¿Estás de acuerdo?

 

Yo pienso que no era ni soy vago para entrenar. No sé, no sé... Lo que ocurría es que él estaba acostumbrado a otro tipo de entrenamiento. Siempre que me ha hecho entrenar Ladislao lo he hecho con menos tiempo de recuperación y decía que yo estoy acostumbrado a otro ritmo, con más pausas y los tiros más espaciados

 

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